¿Por qué es tan importante elegir bien unas zapatillas para correr?
Nuestros pies y nuestras articulaciones soportan al cabo de más de 12 horas al día nuestro peso corporal, multiplicado éste por un factor que varía entre 2,8-3,.5 cuando corremos. Una buena amortiguación y conocer nuestra pisada son factores fundamentales, pero a continuación os vamos a dar una serie de consejos a tener en cuenta.
Pues en primer lugar y aunque te sorprenda debemos tener en cuenta nuestro peso corporal, si precisamente ésto. Aunque te parezca extraño. Las zapatillas tienen unos rangos de peso recomendados en función de la amortiguación y estabilidad. Si tu peso se acerca los 85-90 kilos deberás poner más atención para llevar unas zapatillas con mas amortiguación, por debajo de este peso podrán ser zapatillas más ligeras y con menos amortiguación; el mismo consejo si tenemos problemas con nuestras rodillas, hay que protegerlas bien.
Probablemente habréis oído hablar del drop...qué es el drop, pues el drop es la diferencia de grosor entre la suela en la zona de apoyo del talón y la zona del antepié y de los dedos. En las zapatillas de running suele variar entre 0-2mm hasta 12mm en el calzado con mucha amortiguación. Las zapatillas mixtas tienen entre 4 y 8 mm. Las diferentes alturas del drop modifican los grados de movimiento de las articulaciones y afecta a la dinámica del resto del cuerpo.
Los corredores más expertos buscan tener mas sensaciones propioceptivas al correr, tienen mas musculatura desarrollada y mas flexibilidad así que suelen elegir unas zapatillas con menos drop y más ligeras.
El apoyo, otro factor a tener en cuenta; si tienes problemas de fascitis plantar necesitarás unas zapatillas con mayor apoyo en la zona del arco; si al correr se te sobrecargan los gemelos o los sóleos un drop más bien alto te ayudará; si has sufrido o tienes facilidad para las torceduras debes buscar una zapatilla que te de una buena estabilidad; si tienes pies plano no deberías buscar zapatillas con mucho arco y al revés.
Elegir correctamente la talla también nos lleva de cabeza en más de una ocasión; teniendo en cuenta que el pie se hincha cuando llevamos unos pocos kilómetros recorridos, deberemos escoger una talla que deje entre nuestro dedo más largo y el tope de la zapatilla el ancho de un dedo aproximadamente.
Otro tema es la pisada y sobre esto habrás oído hablar mucho. Hay tres tipos de pisada pronadora, supinadora o neutra. La pronación es el giro del tobillo hacia el interior del pie durante la pisada. El 60% de los corredores son pronadores. Ser supinador es extraño, sólo un 5% de los corredores lo son por esta razón no hay gran variedad de este tipo de zapatillas. Tener el pie cavo o que la zapatilla se desgaste por el exterior no significa que seas supinador, esto es un error común pero si aún así este es tu caso, puedes recurrir a zapatillas neutras con alta flexibilidad. El resto de runners se sitúan en la pisada neutra, que es la que más se comercializa por otra parte. Si eres pronador y utilizas una zapatilla neutra y no notas molestias puedes seguir usándola sin problemas.
De gran importancia es tener en cuenta el terreno sobre el que vas a correr. Si es sobre asfalto te vendrá mejor una zapatilla con amortiguación blanda, si vas a correr sobre terrenos como tierra, parques, hierba, la estabilidad gana importancia y un buen agarre también; las zapatillas de trail están más indicadas para terrenos muy inestables, pedregosos, montaña etc..
Pues hasta aquí nuestros consejos para hoy.
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